Entrenamos a los porteros: función de apoyo a la motivación del portero
Objetivo
La relación entre preparador y portero tiene particular importancia no solo con fines estrechamente técnicos si no que también desde el punto de vista del mantenimiento de la necesaria motivación para el esfuerzo deportivo. |
En el articulo precedente dedicado a la figura del entrenador de porteros, hemos subrayado la complejidad del cargo y las expectativas que, portero y preparador, nutren en general el uno hacia el otro, con el común auspicio que la relación se revele eficaz y satisfactoria desde el punto de vista deportivo.
CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE PREPARADOR Y PORTEROS?
La relación que se constituye entre preparador y portero, sobre todo en el fútbol base, es muy particular y en buena parte diferente a la relación que tiene el cuerpo técnico con el resto del equipo. Esto de hecho se caracteriza por estar muy personalizada en cuanto
- sustancialmente exclusiva (relación 1 a 1)
- con frecuencia de encuentro fija y continuativa
- con entrenamiento diferenciados del grupo
- dentro de una relación complementaria ´´profesor-alumno''
Preparador y portero llevan al interior de la ''pareja formativa'' sus respectivas experiencias, creencias, valores que plasman los comportamientos deportivos de ambos, determinan la calidad de la colaboración en el campo. Siendo una relación circular puede comportarse consciente o inconscientemente, sea como facilitador que de obstáculo en el proceso de transmisión-adquisición de habilidades técnico-deportivas.
Y EL ENTRENADOR? COMO SE RELACIONA CON LOS PORTEROS?
Desde la perspectiva del entrenador, cuáles son las ´´preguntas´´ provenientes de los porteros a las cuáles dar respuesta para ser más incisivo en la enseñanza de las habilidades?
Una de las exigencias más importantes del atleta, también del entrenador, es la de mantener elevada la motivación hacia el esfuerzo y al aprendizaje que con el tiempo se convierte en más consistente. La motivación de hecho es la fuerza propulsiva que sostiene y permite a los atletas cultivar con continuidad su pasión deportiva y las propias ambiciones de éxito deportivo. La motivación de hecho no és una fuerza estable. La motivación puede fluctuar en sentido expansivo como restrictivo, y ello depende en general del grado de satisfacción y/o frustración que el atleta experimenta practicando su disciplina.
CUANDO DISMINUYE LA MOTIVACIÓN...
En el duro y pesado recorrido de aprendizaje que realizara el portero:
- numerosas sesiones con alta intensidad
- elevados esfuerzos físicos
- altos grados de concentración
- un trabajo escrupuloso de todos los detalles técnicos
Se verifican con cierta frecuencia periodos, más o menos breves, de crisis motivacional. Tales momentos son causados por dificultades del momento, del hecho de jugar poco o, también, por un rendimiento bajo durante los partidos.
En todos estos casos el preparador tendrá que trabajar mucho yendo a apoyar al atleta, que, aunque no lo dice abiertamente, tiene necesidad de sentirse apoyado y asegurado por una voz como la de su entrenador, antes aún que por parte del mister del equipo.
El apoyo pero tiene que ser creíble, y por esto tiene hacer hincapié esencialmente en el orientar la atención del portero en sus progresos más recientes (detallándole de manera precisa y realista), y las mejoras próximas que están por ser adquiridas, además de subrayar, en los limites de los posible, los margenes incrementales que tiene en los años que tiene delante.
Otro tipo de intervención que tiene un efecto remotivante es la estructuración de los entrenamientos. Focalizar por ejemplo un objetivo en cada sesión para alcanzar una mejora especifica de alguna laguna técnica, atlética o mental, ofrece al portero la percepción inmediata y concreta del sentido y de la finalidad de al menos buena parte de las dos horas de trabajo duro de campo.
Un aspecto a menudo olvidado por los entrenador es el de traducir, con ejemplos concretos y detallados, las recaídas precisas de cada ejercicio en el contexto de entrenamiento. Si esto no sucede, se impide al atleta de conectar de manera clara y consciente el esfuerzo intenso realizado durante el entrenamiento, con mejoras en la preparación y destreza que podrá exhibir durante el partido.
AUMENTAR LA CURIOSIDAD!
De hecho la motivación es debilitada a menudo por la extenuante repetitividad de las sesiones que apagan la curiosidad, reducen la activación y el desafió con si mismo. Cambiar el curso de los entrenamiento y el repertorio de los ejercicios propuestos, permite al entrenador de gratificar la necesidad de novedad de su entrenador y relanzar la motivación hacia la tarea.
Es evidente que este proceso de intervención sobre la motivación, será eficaz solo si el entrenador sabe proponerla de manera convincente y participación personal, haciendo de esta manera ganara la confianza de su portero.
Cover Image by: Santeri Viinamäki [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)].