El papel de la mente en el rendimiento
Objetivo
El articulo ilustra como la ansiedad ligada al rendimiento pueda ser influenciada por la valoración de las propias habilidades y de las mismas competencias |
En el articulo precedente hemos dado una definición de ansiedad de prestación, viendo como esta depende de una cierta predisposición biológica del atleta, sea por sus componentes psicológicas, en particular por su modo de interpretar las situaciones que se dan en el partido y del modo de pensar que influenciaran y serán influenciadas a su vez por los niveles de ansiedad.
En este articulo profundizaremos en uno de los aspectos ligados a los modos de pensar que influencian la ansiedad: los procesos valorativos.
La situación competitiva, en nuestro caso el partido, tiene sin duda características objetivas ligadas esencialmente a las necesidades del contexto, como por ejemplo, la importancia del partido (partido de calificación, final, amistoso, etc.), las características de los adversarios (adversarios técnicamente muy preparados, ''fenómenos'', etc), las condiciones competitivas (jugar fuera de casa, condiciones climáticas no favorables, presencia de un campo de juego no adecuado, etc), los refuerzos externos (la presencia de sus aficionados, la presencia de cánticos de apoyo o de cánticos en contra y ofensivos, etc,) y la presencia de personas significativas para el jugador (los padres, la novia, los amigos, la presencia de ojeadores).
La situación competitiva se caracteriza también por una componente subjetiva, centrada sobre el mismo jugador y comprende su percepción, su valoración y la aceptación de la competición, influenciada por las características psicológicas.
La parte valorativa tiene en este caso un peso importante en la respuesta de la ansiedad. Cuando un jugador se encuentra a tener que afrontar un partido, implícitamente su mente realiza dos tipos de valoración: una sobre sus propias habilidades y otra sobre el mismo partido.
Este tipo de elaboraciones depende mucho de las experiencias pasadas. Esto pero es un proceso dinamico, en cuanto sufre modificaciones en relación al exito de nuevos partidos.
Hagamos un ejemplo:
Luca es un chico de 12 años. Ha iniciado a jugar a fútbol con seis años, en el equipo de su pueblo, donde juega como centrocampista. Inicialmente, sea en los entrenamientos que durante el partido, se divertía mucho y afrontaba todas las cosas sin preocupaciones. El mister a menudo lo reñía porque decía que no se esforzaba mucho y en el campo estaba demasiado parado y a menudo 'no estaba concentrado'. Su padre iba a menudo a verlo jugar y también el pensaba como el mister. A pesar de las observaciones Luca se divertía y no daba importancia a lo que le decían.
Creciendo Luca inicia a observar a sus compañeros de equipo y a hacer comparaciones. Se da cuenta que el entrenador (el mismo) lo deja en el banquillo mas que a los otros. Las experiencias en el campo que recuerda son la mayoría negativas. Dos en particular: cuando no ha conseguido parar a un adversario que ha marcado un gol decisivo que ha hecho perder a su equipo la calificación final del campeonato regional, y cuando durante un partido, después de quitarle el balón , el mister lo había reñido gritando, en presencia de sus compañeros y sus amigos. Ahora las observaciones que le hacen durante los entrenamientos y el partido le molestan. Ahora se avergüenza. A menudo van sus amigos a verle y, si juega en casa también van algunas personas del pueblo. Empieza a no considerarse un buen jugador, piensa que sus compañeros son mas rápidos que el. Se siente a menudo las piernas pesadas. Empieza a tener miedo de fallar en el campo pensando 'que vergüenza si el mister me grita delante de todo el mundo' o 'si me roban el balón que vergüenza'. Piensa que es demasiado lento no muy técnico. Luca empieza a cuestionar sus habilidades. También los partidos se convierten todos en 'complicados', cada partido parece siempre contener alguna dificultad: demasiado calor, demasiado frió, adversarios demasiado buenos.
Luca empieza a realizar valoraciones a menudo 'pesimistas', de los partidos.
Algún día antes del partido empieza a esperar que no le convoquen o quedarse mas tiempo en el banquillo. El partido empieza a preocuparlo y a menudo imagina que si jugara esto tendrá consecuencias catastróficas ('lo haré fatal'). A medida que el partido se acerca piensa en experiencias pasadas negativas con el miedo que sucedan de nuevo en el futuro. Esto le provocara un estado de ansiedad que lo acompaña durante todo el periodo pre partido y durante el mismo partido.
Como hemos visto, en base a las experiencias pasadas, Luca empieza a valorar 'bajas' sus propias experiencias futbolísticas y 'altas' las dificultades de los partidos, con consiguiente ansiedad.
La 'cuota' de ansiedad dependerá de la distancia entre la percepción de sus habilidades y la factibilidad del partido:
- si el jugador valorara 'bajas'' sus capacidades y 'poco factible' el partido, la cuota de ansiedad aumentara;
- si el jugador valorara 'altas' sus capacidades y 'muy factible' el partido, la cuota de ansiedad disminuirá;
En los dos casos se puede igualmente perjudicar el rendimiento
Para volver al ejemplo precedente, es posible que Luca sea objeto de una distorsión de pensamiento y a errores de razonamiento que lo alejan de una valoración objetiva de la situación competitiva, llevándolo a una interpretación suya.
En los próximos artículos hablaremos mas de este aspecto hablando de las distorsiones de pensamiento y sucesivamente de los errores de razonamiento.