La delgada línea roja
Objetivo
En este artículo reflexionamos sobre la implicación emotiva y psicológica de un error subrayado al atleta sin dar espacio a un feedback positivo. |
Quiero empezar este artículo compartiendo con vosotros una historia bonita que he leído en Facebook como a veces pasa (que sea verdadera o no, no nos interesa, lo que nos enseña es igualmente importante):
Un día una maestra escribió en la pizarra:9 x 1 = 79 X 2 = 189 X 3 = 279 X 4 = 369 X 5 = 459 X 6 = 549 X 7 = 639 X 8 = 729 X 9 = 819 X 10 = 90
Cuando termino de escribir y se giro hacia la clase, todos los alumnos estaban riendo por el error realizado en la primera operación.
En este momento la maestra dijo: "He escrito la primera operación equivocada a propósito porque quería que aprendierais una lección muy importante. Era solo para explicaros como el mundo os tratara. Veis que he escrito bien 9 veces pero nadie me ha dicho que la mayoría de las veces la operación era correcta; todos vosotros os habéis reído y me habéis criticado por un único error. Entonces esta es la lección: el mundo no apreciara el millón de cosas que haréis bien si no que estará preparado para criticar el único error que realicéis".
Vivimos en una cultura que esta orientada a señalar el error. A veces tengo la sensación que tenemos ganas de pillar a algún fallo a alguien para poderlo decir, subrayar y quizá ridiculizar.
Me acuerdo como en el colegio lo que más resaltaba en los cuadernos era el color del bolígrafo rojo. En aquel momento seguramente no me preguntaba si existía una manera mejor para gestionar el error. Lo cierto es que me sentía mal. Sobre todo cuando pensaba que había escrito, además de los errores, cosas bien o de haber realizado parte de los deberes correctamente. Parecía que aquel color rojo borrase de alguna manera las cosas que había realizado correctamente.
Que habría sucedido si hubieran sido subrayadas las cosas que hice correctamente?!
En el deporte, en el campo, con los jugadores a menudo usamos la misma lógica.
Las cosas buenas son tal vez pasadas por alto, con un rápido bien hecho. Y por el contrario, se aumenta el énfasis para subrayar un error!!!
Aprendamos a dar feedback positivos. Aprendamos a subrayar las cosas sencillas o extraordinarias que nuestros chicos realizan. El resultado es hacerles sentir capaces, fuertes, apreciados, y esto les ayudara a afrontar los desafíos y los errores.
Si damos feedback positivos la atención va hacia el hacerlo bien. Se sienten capaces, gratificados y reconocidos por lo que realizan correctamente, De este modo será más fácil aceptar y superar los errores.
En el proximo articulo hablaremos de nuevo sobre el mismo tema y hablaremos de cuales sean las maneras más eficaces y comunes para dar feedback a los jugadores subrayando sus ventajas.
Por ahora, me despido, me gustaría que pensáramos a los cuadernos llenos de boli rojo, quizás los nuestros, y recuperásemos las emociones vividas. Me gustaría que intentáramos empáticamente a entender como se puede sentir cuando las personas que están a nuestro alrededor y que a menudo son a las que más apreciamos, están siempre preparadas para criticar cualquier error que cometo...