Comunicar la ansiedad
Este artículo ilustra cómo la manifestación de la ansiedad y cómo compartirla puede favorecer a su disminución, incrementando de esta manera el rendimiento. |
- Cuando nos parece que el jugador está en un estado de ansiedad, hablar con él a solas y pedirle si tiene ansiedad;
- Estimular al jugador a que comunique sus emociones, reforzando positivamente cuando las exprese espontáneamente, con frases como "gracias por habérmelo dicho";
- Evitar juzgar o quitar importancia a la emoción comunicada, con frases como "venga que no es nada" o "pero de qué te preocupas",
- Subrayar que la ansiedad es un estado normal y fisiológico, del cuál no nos tenemos que avergonzar.
- Intentar localizar junto al jugador qué es lo que le "inquieta" mayormente (objeto de la ansiedad)
- Localizar una estrategia, si es posible, para afrontar el objeto del ansia;
- Localizar un modo para favorecer la reducción del estado de ansiedad (ej. relajación o, cuando sea posible, correr o ejercicios que puedan trasladar la atención hacia el "cansancio");
- Dar objetivos concretos que el jugador tiene que perseguir y que permitan mover la atención sobre la acción y no sobre su propio estado (ej. durante el calentamiento de un partido, concentrarse sobre el aspecto técnico de cada ejercicio o durante el partido concentrarse en los movimiento que realizar y las posiciones que ocupar).
- explicar su estado de ansiedad,
- explicar el motivo (ej. la importancia del partido);
- explicar que comprende la tensión de sus jugadores;
- subrayar la importancia de manera propositiva que, más haya de la ansiedad, hay objetivos concretos y específicos que conseguir, moviendo la atención sobre si mismo.