Cuando, el que y como comer durante la mañana que precede un partido que se jugará por la tarde
Cuando, el qué y cómo comer durante la mañana que precede un partido que se jugará por la tarde. |
Porque comer bien antes de un partido
Es importante, antes de jugar un partido de fútbol, comer algo nutritivo y fácil de digerir.
El objetivo es el de dar al organismo la adecuada dosis de energía, reducir el riesgo de cansancio y prevenir la sensación de hambre.
Pero como orientarnos en la elección?
Basta pedir consejo a un especialista o sencillamente atenerse a algunos principios fundamentales de la correcta alimentación.
Pero es importante recordar la importancia de beber mucha agua, especialmente cuando las condiciones ambientales llevan a una excesiva sudoración y perdida de líquidos.
La comida pre-partido
Si no se dispone del tiempo suficiente para consumir una comida completa (a 3 hora al menos del match) es posible arreglárselas de manera adecuada también fuera de casa, con el clásico ''como y voy''.
Remediamos entonces con un buen bocadillo de jamón york. Atención pero a eliminar las partes grasas.
Va bien también añadir un postre y un café.
En el caso en el que se pueda tener algún minuto mas a disposición, sugerimos un plato de pasta en blanco o con salsa fresca, o un segundo de jamón serrano sin grasa y verduras.
Visto que saltamos el almuerzo, es aconsejable realizar un desayuno abundante, a base de:
- pan con mermelada (al menos 4/5)
- un vaso de leche parcialmente desnatada (como alternativa 50 gramos de cereales)
- yogur o fruta
Los errores que hay que evitar
Se tiende a menudo a cometer errores alimentarios que condicionan la eficiencia física del jugador.
La comida pre-partido tiene que contribuir a mantener constante el nivel de glucosio presente en la sangre y que funciona como un carburante energético.
Esta absolutamente prohibido no comer, ya que este hecho provoca hipoglucemia y entonces llega la sensación de cansancio, y la absorción de demasiados azucares, causa en lugar de hipoglucemia reactiva, con consiguientes síntomas de taquicardia y postración.
Además, nunca terminar de comer poco tiempo antes del inicio del partido. El peligro es el de tener, una mala digestión, problemas gástricos (acidez, náusea o vomito) o mareos y perdida de fuerzas.