Como tiene que ser motivado un pequeño jugador para mejorar su rendimiento
Objetivo
La Doctora Gasperini nos enseña como obtener un buen rendimiento con los jóvenes futbolistas |
En el momento en el que se incita a un niño a practicar deporte, sea el propio hijo, o un componente del equipo que se esta entrenando, las palabras y las emociones que se usan por parte del adulto, son determinantes en el efecto que creara sobre el niño.
Si el adulto vive el momento deportivo del niño como una ocasión, mas o menos consciente, para apagar el propio deseo de darse a conocer o de destacar, el modo en que incitara al joven atleta, a entrar en el campo, inevitablemente le hará pesar la importancia de ser el mejor, de quedar bien ante los demás. En este caso al niño se le enseña antes de nada que la bara de medir para evaluarse a si mismo y a los demás es el nivel de rendimiento, además de que la victoria es un modo para ganarse el respeto de los demás. Si se incita al pequeño jugador diciendole frases como "intenta ser el mejor", "si ganamos demostraremos ser los mejores", "Juan y Pablo son mejores que tu" no solo se magnifica el valor del rendimiento, si no que se lleva al niño a dar mucha importancia a la comparación con los demás. Esto dificulta las dinámicas emotivas que rodean la competitividad, la cual, si se afronta con un espíritu deportivo y sereno, nos aporta sus aspectos constructivos. Pero no cuando nos focalizamos en ser el mejor de todos
Estaría bien incitar a los niños, en vez de a la comparación con los otros, a medirse con el rendimiento de uno mismo hasta el momento, para motivarlo a esforzarse durante los entrenamientos y el partido, a través del conocimiento de las propias mejoras
Para encontrar las palabras y el énfasis adecuados para las necesidades del niño, es necesario antes de nada que el adulto se de cuenta que desear destacar a través del rendimiento deportivo de los niños, es la necesidad de cubrir carencias o frustraciones inconfesadas... Los niños juegan solo para divertirse y desahogarse practicando deporte. A ellos ser los mejores les importa poco.
Se podría incitar a un niño solamente diciendole: "Muy bien! Has mejorado!", "Has visto como eres mas rápido que hace un año?" Evitando decir :"Te has convertido en el mejor!", "Has visto que eres mas rápido que Marco y Mateo?"
Ser padre es una posición preciosa pero difícil de realizar. Así como ser entrenador de los mas pequeños. No es posible prepararse en un colegio especial que entrene para afrontar estas posiciones de expertos, sobretodo la de padre. Es necesario fiarse del buen sentido comun. No podemos ilusionarnos en encontrar un libro, donde podamos leer la solución a cada problema.
Entonces lo mejor que se puede hacer es intentar aprender de las situaciones cotidianas, y que nos pueden enriquecer en este sentido. Y sobretodo ayudar a los propios hijos, así como se entrenan, con firmeza y confianza, intentando no invadir las experiencias que son solo suyas con expectativas de adultos
Doctora Isabella Gasperini
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