Pequeñas personas que crecen
Objetivo
Conocer y respetar las distintas fases del desarrollo puede ayudarnos a realizar procesos de aprendizaje y motivación más eficaces |
Somos puro instinto: si tenemos hambre gritamos como locos para obtener la comida que nos sirve para sobrevivir, y si tenemos sueño nos podemos quedar dormidos sin problemas en cualquier sitio...
Pero la vida nos enseña desde muy pronto que las cosas son mucho mas complejas, y hay ciertas cosas que se tienen que aprender. Es decir, el instinto no basta, necesitamos estímulos que nos motiven a obtener competencias especificas para que nuestra vida pueda ser algo más que una simple supervivencia.
La edad evolutiva representa la evolución psicológica del individuo durante la cual se desarrolla su personalidad, diferente en cada uno, y que nos caracteriza como personas únicas. El desarrollo es en realidad un proceso complejo, compuesto por diferentes elementos que interactuar entre ellos: capacidad cognitiva como nuestra inteligencia, atención, memoria interactuar con nuestras habilidades para relacionarnos con otros o de gestionar con eficacia nuestras emociones, determinando paso a paso la personalidad adulta.
Las principales teorías establecen que:
- El desarrollo se representa por diferentes estados
- Los chicos se desarrollan pasando de un estado al sucesivo
- Cada estado permite la adquisición de nuevas competencias: sean mentales, emocionales, o sociales.
Entonces, cuando un chico está practicando un deporte en realidad está también adquiriendo estímulos que desarrollarán sus numerosas habilidades hasta que se convierta en un adulto único. Lo hace aprendiendo un nuevo ejercicio, escuchando al entrenador mientras explica una acción, lo hace interactuando con sus compañeros, respetando al adversario o intentando superar una derrota... Todo esto les permitirá ser cada vez más capaces de entender, interpretar, reaccionar, interactuar, crear, vivir el contexto cada vez con más esfuerzo, coraje y competencia.
Pero para hacer esto será necesario que alguien estimule sus habilidades de la manera adecuada, es decir, en base a lo que es capaz de realizar en esta fase particular de su desarrollo. Y esto es porque no nacemos con todas las habilidades ya posicionadas en el lugar adecuado, las tenemos que adquirir paso a paso durante nuestra vida, pasando de un estímulo evolutivo al estímulo sucesivo.
Si pregunto a un chico de 10 años que se imagine una hipotética acción pero no se la explico con un ejemplo práctico y realista, no me tengo que sorprender si luego le cuesta ponerlo en práctica porque aún no posee las capacidades de pensamiento hipotético-deductivo; si le pido a un chico de 5 años que me preste atención durante un tiempo prolongado en una tarea aburrida, no me tengo que sorprender si después de pocos minutos pierde completamente la atención y busca otra cosa que le divierta: no está enfadado conmigo, sencillamente aún no ha desarrollado totalmente sus capacidades de atención...
Cada fase evolutiva necesita sus estímulos para enriquecer las competencias del atleta. Si pido que haga lo que no sabe hacer porque aun no ha adquirido las competencias adecuadas mentales, crearé una frustración que será difícil de cancelar; al mismo tiempo, si no respeto las características de cada edad evolutiva y propongo cosas demasiado sencillas me estoy arriesgando a que el pequeño jugador pierda las ganas y esté poco estimulado...
Pero si respeto su evolución proponiendo estímulos adecuados, lenguaje correcto, emociones gestionadas en base a sus capacidades adquiridas hasta aquel momento, lo ayudaré a desarrollar una personalidad equilibrada que exprimirá de la mejor manera su potencial. Será mucho más agradable entrenar de esta manera, porque se podrá reaccionar a las resistencias trabajando las efectivas competencias de estas pequeñas personalidades en crecimiento...