Orientarse para no desorientarse
Objetivo
El articulo muestra como una correcta orientación del cuerpo modifica la comunicación y a la relación entrenador-jugador |
Siguiendo la línea de discursos pasados como el de la equidistancia, en este articulo quiero hablar de la correcta orientación del cuerpo para transmitir mensajes positivos y constructivos a los chicos que entrenamos.
Para ser mas clara y eficaz, usare un ejemplo real, como a menudo hago, extraído de mi experiencia en el mundo del waterpolo.
Reunión pre-partido: el entrenador se posiciona de pie al lado de una mesa, mientras las atletas alrededor de la mesa, sentadas. Hasta aqui todo ok pensaréis vosotros, se no fuera por el hecho que tenia dos atletas sentadas a su lado, y un atleta sentada detrás de el a la que obviamente le daba completamente la espalda!!
Las atletas de su lado de vez en cuando resoplaban y hacían caras extrañas. sin que el pudiese verlas, distrayendonos. La atleta sentada detrás de el, a decir verdad, no podía definirse como tal por muchos motivos; cierto es que la elección del entrenador, mas o menos consciente, de ponerla en esa posición en la reunión no podía hacer otra cosa que confirmar la idea de la poca importancia/valor/ interés/ motivación del atleta sea para nuestros ojos que para la misma atleta.
Durante la reunión (las reuniones duraban siempre demasiado y la atención bajaba inevitablemente llegando a perder muchos conceptos)
Lo que puede suceder si no doy la importancia adecuada a la orientación del cuerpo en relación a mis jugadores:
- Fácil distracción de quien esta fuera de mi campo visivo
- Cuando el atleta no es aun lo suficiente maduro y/o motivado, el atleta puede ser distraido por tonterías (caras raras o, como en mi ejemplo, compañera que duerme) por quien no es visto por el entrenador;
- Jugadores que se sienten excluidos de la plantilla;
- Atletas desmotivados;
- Jugadores que no escuchan ''igualmente no voy a jugar, igualmente no me esta hablando a mi, ni se ha dado cuenta que que estoy detrás de el...'';
- Rendimiento por debajo de las posibilidades;
- Errores cometidos por falta de atención en el momento de la definición táctica de juego, posición, etc;
- Imposibilidad de ver la respuesta de los jugadores.
Si durante cualquier breve explicación me dejo algún jugador a su espalda, como podría sentirse? Les estáis dando atención y confianza? Les estáis transmitiendo que vuestras palabras son también para ellos? “Ves, no me tiene en cuenta... no me pone a jugar... no juego ... no valgo'' cuanto podrá escuchar vuestras palabra? Quizá escuchara mas sus pensamientos negativos...
Y nosotros, como podemos entender si nos esta escuchando si ni le vemos??!!
Es evidente que puede haber situaciones dinámicas o momentos particulares que necesitan una intervención rápida para la cual no tenéis el tiempo o sencillamente la necesidad de crear el circulo perfecto del cual hablaba en el articulo precedente, pero tiene que ser la excepción, no la regla dictada por la poca preocupación del entrenador.
Pobrecitos mis entrenadores pasados "molestados'' por mi!! En aquel momento, pero, con el máximo respeto de la posición y de la autoridad que cualquier entrenador tendría que tener, me limitaba a comportamientos poco eficaces y a veces negativos (para la persona, mas que para el juego). La realidad es que estaba sorprendida delante a una atención tan baja por esos pequeños detalles que, sumado a los diferentes elementos que componen el acto comunicativo (los estamos aprendiendo, son muchos, verbales y no) hacen la diferencia entre una comunicación eficaz y constructiva y una disfuncional y humanamente a veces destructiva!!
Creo pero, que el buen entrenador no sea el que no se equivoca, si no el que no teme al error, suyo o al de sus jugadores, y que sabe ponerse en discusión y corregir con humildad y humanidad! En el fondo, las mejores personas son asi!