Error: ¿cuándo decírselo?
Con este artículo afrontamos de manera práctica los modos más útiles para afrontar el delicado momento de la corrección del error. |
- Objetivos. La elección del momento de la corrección depende de los objetivos. Si estoy trabajando sobre la motivación, sobre la toma de responsabilidad, sobre el desarrollo de un pensamiento creativo, sobre la consciencia, entonces dejemosles libres. Estos objetivos de hecho no tendrían que faltar nunca, pero es cierto también que hay momentos de la temporada donde son absolutamente primarios (inicio de la temporada, categorías con los jugadores más jóvenes, chico con dificultades particulares que necesitan recobrar confianza..)
- Ética. Si lo que esta haciendo mi jugador es peligroso o no ético ciertamente se le corrige enseguida y es importante realizar con el jugador o con el equipo entero algunas reflexiones a nivel moral y emotivo.
- Aprendizaje. Siguiendo la línea de lo expresado en el artículo precedente, cuanto más llegue el chico por si solo a la solución eficaz más aprenderá y mayor sera su conocimiento motriz, cognitivo y experiencial que le sera útil en los desafíos futuros. Además, llegar a entender por si solo si se esta equivocando y encontrar el camino correcto tiene un efecto extremadamente positivo en la autoestima y en la autoeficacia.
- Riesgo de automatización del error. Llegados a este punto habréis entendido que es oportuno que los chicos sean solo guiados en el recorrido de crecimiento y aprendizaje, poniendo fronteras muy amplias dentro de las cuales puedan experimentar equivocándose. Aunque, si el Mister se da cuenta de que el chico esta tomando elecciones muy lejanas a los objetivos que se estan trabajando o se están automatizando gestos y comportamientos ineficaces entonces deberíamos intervenir intentando aplicar un descubrimiento guiado hacia la solución. De esto nos ocuparemos en el proximo artículo. Mientras tanto os deseo, buen trabajo!